“Los seres que habitan el océano tienen, como nosotros, un ciclo que cumplir en el planeta.”

Maritza nació en una zona costera donde Colombia limita con Ecuador, y el océano y los manglares siempre han sido parte de su hogar. La infinidad del océano la inspiró a la temprana edad de 14 años a comenzar a trabajar con la gente del pueblo costero Bajo Mira y Frontera. Hoy en día, Maritza es la representante legal del Consejo Comunitario de Bajo Mira y Frontera, institución que trabaja por el bienestar de los 10.000 habitantes de la región y los ecosistemas de los que dependen. Salvaguardar la riqueza natural de la zona es el trabajo de su vida.

¿Qué significa el océano para ti?

Cuando navegué por el océano por primera vez a la edad de 12 años, me di cuenta de que había mucho más allá del horizonte de lo que jamás había soñado. La vista de esta piscina infinita de agua me dejó alucinado. Desde ese momento, el océano es donde puedo ver la obra de Dios.

Cuando estoy en el mar logro relajarme inmensamente. A la misma vez recargo mi energía para seguir trabajando por su protección. No solo es el hábitat de especies que son el sustento económico y alimentario de mi comunidad, como el pescado y el camarón, sino que es la casa de millones de criaturas que incluso no sabemos que existen. Ellos necesitan que las personas les defienden para asegurar su existencia a futuro.

Otro lugar importante para mí es un bosque de manglares. Las raíces de los manglares abrazan y protegen a los cangrejos, mariscos, aves y muchas otras especies. En los manglares todo está entrelazado, todo depende de todo.

Cuando entro a un manglar sientes que me habla; me transporta a otra dimensión. Las interconexiones entre todos los elementos de este ecosistema me hacen pensar que los seres humanos tenemos que aprender mucho de él. Los humanos somos una especie extraña: pensamos individualmente, se trata de nosotros mismos. Los manglares me enseñaron que la vida es mejor si consideramos a los demás, no solo a otros humanos, sino a todas las especies. Estos bosques traen mi claridad y paz interior.

¿Cómo proteger estos ecosistemas que son tan importantes para ti?

Actualmente soy la representante legal del Consejo Comunitario Bajo Mira y Frontera. Trabajamos por el bienestar de nuestra comunidad — un territorio de 46.000 hectáreas y más de 10.000 habitantes — desde distintas perspectivas, y una de ellas es, precisamente, nuestra relación con los océanos y los manglares.

En el Consejo estamos enfocados en promover la pesca sostenible, que incluye el uso de artes de pesca reglamentarias, el cumplimiento de las vedas y la captura de individuos con tallas apropiadas. También estamos planeando una intervención educativa y pacífica en el territorio para, por ejemplo, hablar sobre la importancia de los manglares y la protección contra eventos naturales como los tsunamis.

Algún día estaba caminando por la playa cuando vi una gran cantidad de peces muy pequeños botados en la arena. Sabiendo que los peces pequeños eran extraídos por pescadores que no podían venderlos ni comerlos debido a su tamaño, fue difícil para mí verlo. Estos peces murieron sin motivo alguno. Demuestra que hay mucho desconocimiento sobre cómo nuestras acciones tienen un impacto sobre el equilibrio de los ecosistemas, que son nuestra principal fuente de alimentación e ingresos.

Muchos pescadores capturan más de lo que deben. Otros pescan individuos por debajo de la talla adecuada, utilizan equipos prohibidos o arrojan basura al océano. Otro problema es la tala de los manglares, que tienen un valor increíble para nuestra vida costera. Todos son grandes desafíos, pero también demuestran que necesitamos más personas involucradas para combatirlos juntos.

En el Consejo tenemos definido un plan para restaurar a nuestros manglares y ante todo conservar los manglares que aún tenemos en el área. La única manera de hacerlo es creando conciencia sobre la importancia y riqueza de este ecosistema. Usamos información científica de otras organizaciones, pero basamos principalmente nuestras actividades comunicativas y educativas en nuestros conocimientos ancestrales, culturales y espirituales.

¿Qué progreso has visto en su comunidad?

Desde que se creó el Distrito Nacional de Manejo Integrado Cabo Manglares Bajo Mira y Frontera en 2017, nuestra comunidad ha trabajado muy de cerca con distintas instituciones, incluso WWF Colombia, Parques Nacionales Naturales de Colombia y la Armada Nacional de Colombia. También trabajamos con los gobiernos locales y organizaciones de pescadores. Por estas colaboraciones hemos involucrado a muchas personas en nuestros propósitos de conservación de ecosistemas y especies.

Pero todavía tenemos muchos desafíos por delante. Sueño para mi comunidad vivir en un área pacífica, en la que nuestra cultura y esencia como comunidad negra se mantengan. Quiero que este sea un lugar en el que tengamos educación y servicios de salud  de calidad, un lugar en el que las mujeres negras tengamos todo el reconocimiento que merecemos por los esfuerzos que hacemos para el bienestar de nuestras familias y comunidad. 

Sueño con un territorio libre de contaminación, de deforestación y de sobrepesca. Donde mucha gente se dé cuenta de que los seres que habitan el océano tienen, como nosotros, un ciclo que cumplir en el planeta, y que este depende de nosotros humanos. Y sueño, algún día, poder bucear para ver todo lo que quiero proteger.

Foto de encabezado: Tatiana Rodríguez