Julián Marcial creció en Isla Escalante: una comunidad pequeña en el Golfo de Guayaquil en Ecuador. Como pescador ‘bolsero’ usa una técnica antigua para capturar camarones, una técnica antigua para capturar camarones. Apasionado por lograr una pesca sostenible, Julián participó en el 2016 en un proyecto piloto de WWF Ecuador que tenía el objetivo de probar que se podía manejar la pesca artesanal de pomada a través de un sistema de para beneficiar tanto a los pescadores como al ecosistema que sostiene sus actividades. En Julio 2020, el Gobierno del Ecuador anunció un gran hito para el país: el ordenamiento pesquero de la pesquería con redes de bolso. Con este acuerdo ministerial, WWF actualmente trabaja junto a los bolseros y las autoridades para implementar el plan de formalización de la pesquería de camarón pomada. Hoy, ‘Ocean Witness’ (Testigo del Mar) Julián nos comparte su historia.
Usted creció en una isla: ¿cuáles son sus recuerdos del mar de cuando era niño?
Tengo muchos recuerdos del mar, recuerdos maravillosos. Me acuerdo que cuando mi papá salía a pescar con mi hermano mayor, yo lloraba porque no querían llevarme con ellos; era un niño muy curioso e impaciente por conocer la vida del pescador. En el pueblo no había escuela, no había mucho para hacer, por lo que me acostumbré a ir a la playa en búsqueda de aventuras. Me encantaba ver las aves, los camarones, los peces: todo lo que se podía ver en el mar. Pasaba horas observando la naturaleza, hasta ahora me gusta. Unos años después, cuando mi papá me llevaba en su lancha, aprendí más sobre el comportamiento de las especies marinas. Finalmente tuve la oportunidad de convertirme en pescador, al igual que mi padre, mi abuelo y mi bisabuelo. Hasta el día de hoy sigo amando a la pesca y al mar.
Y hoy día, ¿qué significa el mar para usted?
Para mí, y para el resto de mi comunidad, el mar es lo que nos sostiene día a día. Como siempre decimos: el mar no solo nos da el pan para hoy, también hay que dejar para mañana. La pesca es lo más maravilloso que hay, pero hay que cuidar al ecosistema para que podamos seguir pescando. El mar nos da todo: pescado, camarón, cangrejo – hasta aire. Los manglares son pulmones que nos dan aire a todos; con mis compañeros de la asociación tenemos la concesión de un área de manglar y estoy muy consciente que hay que protegerla.
“El mar nos da todo: pescado, camarón, cangrejo - hasta aire.”
La tradición de la pesca de bolso empezó hace 50 años, pero cuando era niño no había muchos ‘bolseros’: durante los últimos años se incrementó esta manera artesanal de pescar. Había suficiente camarón, hasta que noté que más y más comerciantes venían a pescar en el área. Me di cuenta de que teníamos que unir esfuerzos por mantener la pesca para las futuras generaciones.
Apliqué para el puesto de dirigente de la Asociación de Pescadores Artesanales de Especies Bioacuáticas y Afines Isla Escalante. Luego, en el año 2016, empecé a trabajar con WWF. Formamos un proyecto piloto para la pesca sostenible de camarón pomada, como parte de la preparación de un plan de acción nacional. Uno de los objetivos era contar con un ordenamiento pesquero para los bolseros del Golfo de Guayaquil, donde los pescadores puedan monitorear sus capturas y participen activamente en el manejo sostenible de este recurso. Yo era el encargado en coordinar las reuniones y otras actividades que organizábamos con la comunidad.
“En la época de veda no pescamos nada, para que los camarones jóvenes tengan tiempo para madurarse.”
¿Cómo es la pesca de bolso?
Usamos un bolso de nylon de un tamaño de 10 metros a 50 metros. En el mar conectamos el bolso a estacas y luego esperamos los que nos llega con la corriente. Pescamos el camarón pomada entre Mayo y Octubre, después cambiamos el boso para poder pescar la medusa y el cangrejo. En la época de veda no pescamos nada, para que los camarones jóvenes tengan tiempo para madurarse y así damos un descanso al ecosistema. Este año la veda duró dos meses: del 15 de enero hasta el 15 de marzo.
¿Cómo ha cambiado la comunidad durante los últimos años?
La mayoría de los cambios son positivos; antes los pescadores trabajaban sin tomar responsabilidad. Cuando empezamos a trabajar con WWF hicimos monitoreo de la pesca, llenamos formularios de captura, por ejemplo el tamaño del camarón. Esto nos hizo más conscientes. La comunidad también aprendió por los talleres que organizamos. Al principio iba de puerta en puerta para recolectar la información de captura de cada pescador, luego capacitamos a otras personas para que puedan apoyar en la recolección de datos. Paso a paso, había más conciencia sobre la importancia de una pesca sostenible y la respuesta de la comunidad fue excelente.
Es muy importante que los pescadores sepan gestionar su pesca de forma sostenible. El camarón pomada es nativo de nuestro país y lo exportamos a mercados internacionales como los Estados Unidos y Europa; es un recurso muy importante para los pescadores en el Golfo de Guayaquil. Gracias a este proyecto hemos aprendido mucho, por ejemplo sobre el tamaño del camarón: antes no sabíamos la importancia de saltar al camarón pequeño para que tenga tiempo para madurar primero. Además de las prácticas sostenibles, también aprendimos a cuidar mejor al producto que vendemos. El proyecto no solo benefició a nuestra comunidad: pescadores de otras comunidades venían a observar nuestras prácticas para que ellos puedan organizarse de la misma manera.
“Es muy importante que los pescadores sepan gestionar su pesca de forma sostenible.”
Cuáles son los desafíos para la pesca sostenible en el Golfo de Guayaquil?
Me preocupa que el número de los bolseros en el Golfo de Guayaquil siga creciendo. En nuestra comunidad tenemos 120 casas ahora. Cuando era niño solo eran 15. Es importante que no solo haya regulaciones de la pesquería, por ejemplo para limitar el tamaño de las malla, pero también se necesita control de las reglas. A veces hay complicaciones por las diferentes autoridades e institutos, pero nosotros como asociación, queremos seguir trabajando en una pesca sostenible – queremos seguir en la misma línea que cuando trabajábamos con WWF.
In Julio 2020 el gobierno Ecuatoriano estableció un nuevo reglamento para la pesca de bolso, pero no estoy totalmente de acuerdo con ello. Por las nuevas regulaciones, ahora hay personas en la pesca de bolso quienes nunca han sido pescadores. Ellos no tienen una historia de pesca como nosotros y es importante seguir en la misma línea. Lo positivo del nuevo reglamento es que ahora hay una pesca legalizada y que tenemos un acuerdo oficial acerca de los precios del camarón pomada.
“Ahora hay una pesca legalizada y tenemos un acuerdo oficial acerca de los precios del camarón pomada.”
¿Cómo podrían hacer un impacto aún más grande en el futuro?
Una idea que tengo hace algunos años, es una cadena de comercio más directo. Nosotros, como pescadores, podríamos entregar nuestros productos directamente al empacador, sin una empresa intermediaria. Sería un comercio más justo y más sostenible. Ahora, por la pandemia, las comunidades pesqueras quedaron abandonadas: los pescadores no salieron a pescar y a veces ni tienen para comer. Pasamos muy duros los meses de la cuarentena, y aún es un problema grande en Isla Escalante.
¿Qué mensaje le gustaría compartir con el mundo?
Cuidar al ecosistema marino es para que todo el mundo sobreviva. Tenemos que cuidar del mar para que también hayan recursos para nuestros hijos, nuestros nietos – hay que dejar un futuro para ellos.
Sobre Julián
Julián Marcial tiene 54 años y nació en Puerto Salina, Isla Escalante ubicada en el Golfo de Guayaquil al sur de la ciudad de Guayaquil, el puerto más grande del Ecuador. En el área se encuentran principalmente manglares y camaroneras; la mayoría de la gente vive de la pesca, incluyendo a la familia de Julián: su abuelo, papá y ahora hijos mayores, todos fueron o son pescadores de Isla Escalante. Apasionado del mar y la pesca, Julián empezó a trabajar por una pesca de bolso sostenible y justa hace algunos años, con el apoyo de WWF Ecuador y otras organizaciones.
Pablo Guerrero, Director de Conservación Marina de WWF-Ecuador:
Las pesquerías sustentables protegen los hábitats oceánicos y a la vez apoyan los medios de vida de las comunidades que dependen del mar. El proyecto que implementamos en el Golfo de Guayaquil, y que ha permitido una gestión sostenible de los recursos, es un ejemplo de una iniciativa que viene de la comunidad local. El regular la pesca de bolsos en la zona, permitirá conservar los stocks para que futuras generaciones puedan seguir utilizando una técnica de pesca ancestral.
Bajo el marco del proyecto de ordenación de la pesquería artesanal, se prevé la ejecución de un piloto de trazabilidad con el apoyo del proyecto Iniciativa Pesquerías Costeras (CFI), así como también, la generación de un mecanismo de sostenibilidad financiera que permita mantener el esquema de manejo, para beneficio de las comunidades pesqueras y del país. Modelos exitosos de manejo que armonicen la visión de conservación, con la de crecimiento económico y desarrollo social, podrían ser replicados en otras pesquerías del Ecuador y Latinoamérica.
Foto ‘header’: Antonio Busiello / WWF-US
Julián Marcial creció en Isla Escalante: una comunidad pequeña en el Golfo de Guayaquil en Ecuador. Como pescador ‘bolsero’ usa una técnica antigua para capturar camarones, una técnica antigua para capturar camarones. Apasionado por lograr una pesca sostenible, Julián participó en el 2016 en un proyecto piloto de WWF Ecuador.